Cospedal se engancha la peineta con la puerta del A400M
Maria Dolores de Cospedal presidió ayer en Sevilla la entrega oficial del primer avión de transporte de nueva generación, Airbus A400M, el MSN44, para el Ejército del Aire. Una vez realizados los trámites del contrato, la entrega de las llaves del avión y el discurso de la Cospe, el aparato procedió a realizar su primer vuelo de prueba, con la mala fortuna de que la Ministra de Defensa se encontraba en ese momento pegada al avión, derrochando su simpatía y su peineta toledana quedó enganchada a la puerta de embarque del susodicho.
En ese instante cundió el pánico y todas las autoridades autorizadas y demás fuerzas vivas corrieron como alma que lleva el diablo tras la ministra para intentar desengancharla, pero les fue imposible: esa peineta… Los operarios del aeródromo, en un alarde de comunicación no verbal, se lanzaron corriendo hacia la cabina del piloto, haciendo aspavientos y bailes de Michael Jackson harto de loracepán, para llamar su atención sin éxito, porque como diría el piloto más tarde, estaba en sus cosas de piloto, despegando.
La Cospe, que ha lidiado en plazas peores, como cuando tuvo que explicar aquello de la indemnización en diferido, se rehízo como pudo y, recordando las pelis de Rambo de su época, se agarró como una lapa al fuselaje y aguantó todo el vuelo estoicamente, encomendándose -por supuesto- a su Virgen de Loreto (tú te agachas y yo te… respeto), que desde arriba le decía: «hija mía, cada vez me lo pones más difícil, Lolita».
Una vez finalizado el vuelo -que duró aproximadamente 90 minutos, ya que el piloto seguía sin darse cuenta de lo que ocurría, porque como diría posteriormente, estaba en sus cosas de piloto probando el avión- la ministra pudo ser recogida sana y salva. Eso sí, con más frío que alicatando un iglú con las ventanas abiertas. María Dolores de Cospedal, con toda la cara de un polo-flap y con la peineta una mijita chuchurrida, fue llevada de urgencia al ambulatorio más cercano, donde fue sumergida en caldo-puchero hirviendo durante 25 minutos.
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