Los profesores darán un remojón a los niños entre clase y clase
«Remojón y pa la clase chorreando… Al menos los niños estarán así más fresquitos para resistir el microondas en que se han convertido las aulas de toda la vida», asegura Loreto Refacto, presidenta de la asociación de APAS Andaluzas de la Andalucía Profunda de Aquí de Siempre. Para que los niños no vivan en un eterno jamacuco -como sus padres cuando fueron estudiantes de la EGB por estas mismas épocas- y para los pocos días de clase que quedan, las APAS y claustros hispalenses han instalado en plan chapú una serie de mangueras junto en los patios de los colegios.
«La nueva dinámica lectiva es la de ‘remojón y paso atrás’: alumno tras alumna recibiendo manguerazo festivo, entre clase y clase durante toda la mañana y piscina Toy que te crío en el recreo, con una viena abierta llena de mortadela con aceitunas gordales y baticao compensatorio… ¿por qué no?». Sostiene Refacto.
«Lo que no podemos es dejarnos llevar por Doña Susana ‘Belcebú’ Díaz, máxima responsable de este infierno educativo,» manifiesta José Juan de la Tiza, jefe de estudios del colegio Los Garbancitos. «El otro día me llegó la niña a casa cocida como una salchicha Purlón. En vez de pedirme un vaso de agua como cada día, se fue flechá para el bote de ketchup y el de mostaza y se los echó por lo alto, dispuesta a comerse a sí misma para acabar con este infierno. Así anda la cosa en el cole, miarma…» señala la presidenta de las APAS, por su parte.
Como otra medida paralela, se han improvisado en el mismo campo de la Feria una serie de clases-ranchito hechos con paredes de sábanas viejas de franela, sillitas de playa de espumillón y atriles de ‘conglomerao’ para los profesores. «Se trata de que miles de infantes den allí sus clases a pleno sol por las mañanas sevillanas a 40 grados o lo que sea… el caso es huir del ‘efecto invernadero chungo’ que ya ha llevado a decenas de niños a urgencias con golpes de calor y hostiones de boca.» Señala un profesor moreno como un tizón que andaba por allí con un libro de Zola en lo alto de la cabeza.
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