Las farmacias ponen a la venta supositorios de incienso
Tras varios años de investigaciones, el laboratorio BetisFarma parece haber encontrado por fin un remedio para el síndrome de abstinencia de procesiones de Pasión, también conocido como “mono de Semana Santa”. Se trata de Inciensprin, un supositorio hecho con incienso, que desde ayer se puede encontrar en cualquier botica de barrio sin necesidad de receta.
Según el laboratorio, la gomorresina introducida en el organismo por vía rectal provoca un efecto instantáneo en el sistema nervioso del capillita de turno, calmando enormemente las ganas de venirse arriba, ya sea marcando el ritmo de marchas procesionales con los nudillos en el escritorio o coger una mesa camilla y pasearla por todo el pasillo.
Los científicos que han desarrollado el producto sostienen que Inciensprin también resulta muy beneficioso para los costaleros, ya que cuando se les escape un cuesco debido al esfuerzo de sostener la trabajadera, los olores fétidos serán encubiertos por un aroma a incienso cofrade de alta calidad. Evitando de esta manera atufar a los compañeros que van debajo del paso.
El producto ha sido bien acogido por los cofrades y en pocas horas se ha agotado en las farmacias de los distritos de Triana, San Bernardo y Polígono Calonge. “Estos supositorios llegan en el justo momento, porque es en Cuaresma cuando nos resulta mucho más duro aguantarnos las ganas de ver procesiones. Esta época es con diferencia la peor del año para los que padecemos este sufrimiento, porque queda poco para los días más grandes del año, y por eso mismo la ansiedad se multiplica por ciento cincuenta”-comenta uno de los que guardaban cola ayer por la tarde en una farmacia del Parque Amate, una de las pocas que aún tenían existencias después del aluvión de pacientes que se dieron cita en los establecimientos con la cruz verde luminosa, dando lugar a una situación que no se vivía desde que llegaron a Sevilla las famosas pastillitas azules del amor y las potencias.
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