Un camión de Lipasam logra romper la barrera del sonido
Eran las dos de la mañana de ayer cuando un camión de LIPASSAM que iba por la calle Puñonrostro machacaba la barrera del sonido de forma apocalíptica; y no por velocidad, sino por ruido, por puro estrépito, un alboroto sobrenatural . Un camión de la limpieza, de esos que llevan cepillos dando vueltas y que nadie sabe cómo se llaman, más todo su cortejo de operarios armados con sopladores importados directamente del infierno, no podía armar más escándalo en la noche sevillana. La consecuencia no fue otra que la superación de todas las barreras conocidas del sonido, de la escandalera, de la estridencia postnuclear.
Yeison Escobar, conductor del vehículo protagonista de tan estrepitosa hazaña, declaraba aún sin escucharse a sí mismo, que “lo que pasó en Puñonrostro fue el gran subidón de mi vida. Ya no me hace falta escuchar más nada en esta vida… con lo ocurrido esta noche es como si hubiera oído todas las ondas gravitacionales del universo a la vez. Un servidor, LIPASSAM y España ya no pueden pedirles más cosas a la vida”.
La infantería de sopladores que acompañaban al camión barredor, también se mostraban harto orgullosos de ser parte de este exitoso experimento de I+D improvisado. Minervo Menervo, testigo ocular de los hechos – que no auditivo, pues andaba escuchando un postcast de ‘El Llamador’ en el transistor a toda pastilla- aseguraba a Sevilla Today que “el camión de LIPASSAM, junto a toda la cohorte de tíos naranjas con los cacharros esos que nada más sirven para mover la mierda de la calle, parecía una cofradía alienígena. Me rilé vivo y me fui a rezar a la capilla de guardia en Plaza Nueva”.
Por último, hemos de destacar que esta mañana a primera hora ya se habían agotado las existencias de sonotones de Puerta Osario y que Sevilla Today ha recibido 27 comunicados de la asociación de bandas de música cofrade solicitando embarcarse en una experiencia parecida cada noche por las calles de Sevilla. Que San Manowar nos coja confesados.
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Ratificó este gran éxito puesto que yo llevo años luchando contra esta barbarie de LIPASAN. He tenido la suerte que después de muchísimas quejas me ha escrito una carta el jefe de servicio de atención y participación ciudadana lamentando las MOLESTIAS ocasionadas (despertar a mi hija a media noche y quedarme una o dos noches por semana sin dormir) informándome que las maquinaria que utilizan cumple las normativas sobre emisiones sonoras en la utilización de máquinas al aire libre entrará en esta normativa el horario?. Que tipo de normativa de sonido tiene el límite tan alto? Espero que algún día alguien tome conciencia de este crimen al descanso que sufrimos
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