Se baña en el Guadalquivir y se vuelve fosforito por la noche

Suceso inaudito el ocurrido en las aguas del río Guadalquivir que va a tener a partir de hoy una nueva leyenda que contar. Un cani-muchacho de los que suelen ir al otro lado del río a fumarse una cachimba y a darse un bañito en las aguas, que a su paso por la ciudad adquiere ese color verde esmeralda tan característico y que tantas odas de poetas ha recibido a lo largo de los tiempos… Pues como decíamos, el mozo se estaba bañando poco antes del anochecer porque había participado en el concurso de la cucaña y se había envalentonado. Cuál fue su sorpresa cuando cayó la noche y notó que su piel se había vuelto más fosforita que unos botines horteras del Decathlon.

La lumisniscencia que irradiaba era tan grande que un chino que pasaba por allí quiso llevárselo para poder vendérselo a los guiris borrachos de la calle Betis, cosa a la que el tipo se negó en redondo. Según relató el cani se ha dado ya tres duchas y no desaparece el brillo. Las causas están probablemente en la mezcla se produce en las aguas del río entre los orines de rebujito de la feria y la adrenalina que producen todos los que se montan en los cacharritos de Isla Mágica.

Hay quien sostiene que en realidad se trata de unos deshechos nucleares producidos por el mono-raíl de la Expo 92 y que en su momento pudieron quedar enterrados bajo el subsuelo de la Isla de la Cartuja. También hay otras teorías que dicen que no se trata de un cani sino de un extraterrestre y se ha llegado a afirmar que es en realidad una virgen de los veinte duros que ha cobrado vida.

Por otra parte, los sucesos han llegado al conocimiento del mismísimo Stan Lee. El  guionista de comics  ha visto la posibilidad de incorporarle a los X-Men como Marker-Man, el hombre subrayador.

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