Quique Setién sueña con un cero a cero en el próximo partido
Quique Setién no puede más. El ritmo infernal del marcador de los últimos partidos está acabando con su salud. «Yo tenía el pelo negro cuando llegué», dice señalando sus canas. Son 21 goles en 3 partidos, 17 goles en los dos últimos que están empujando al entrenador bético al hoyo antes de tiempo. «Estoy tomando pastillas para los nervios, y a base de arroz y pescaito blanco, esto no hay quien lo aguante de verdad».
«Sueño con un cero a cero en el próximo partido, sin goles, sin sobresaltos. Que pueda comerme el bocadillo de atún con el zumito y poder disfrutar de una tarde sevillana de otoño. Para vivir Sevilla, decían, no se yo ¿eh?. Yo no vine a morir aquí, por favor, le pido a mis jugadores que tengan compasión de mí, que toquen mucho el balón y que pasen los minutos y que nos vayamos a casa con un puntito, pero vivos. Vamos a dejar algunos goles para los demás partidos, no puede ser que nuestro marcador tenga más números que el de la final de Roland Garros».
Quique abandonó la sala con la ayuda de su equipo técnico y unas muletas, y con largos quejidos y suspiros. Su familia pide al mundo del fútbol apoyo y comprensión, y especialmente al Deportivo Alavés, próximo rival del Betis, que vengan tranquilitos y se tomen unas cuantas Cruzcampo antes del partido, «¡que el fútbol no es todo, coño!» decía su madre.
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