El Tribunal Supremo decide que los sevillanos también pagarán a los bancos el recibo de la luz
Esta mañana a primera hora, de remanguillé y con alevosía, el Tribunal Supremo de Madrid dictaba que los sevillanos y toda España también pagaremos el recibo de la luz de los bancos, el IBI de las 800.000 edificios de la Iglesia y los balones de reglamento de los equipos profesionales de fútbol. Según el presidente de la institución judicial, Carlos Lesmes, «el sistema debe ser financiado por quien lo disfruta, oséase el pueblo que además de sabio, no le importa poner a cada uno una pesetita para ello.»
De esta manera, los clientes de la banca reciben toda una ráfaga de varapalos desde ayer, con el pago del impuesto de las hipotecas (cosa que ya hacían) y el de las facturas que generan sus sucursales, centrales y edificios anejos. El presidente de la banca Don Lucifer del Taco-Paco, manifestaba esta mañana que «no todo va a ser prestar dinero a los tiesos, a los partidos políticos y untar al poder… nosotros también necesitamos una contraprestación de la sociedad que nos mantiene. Así que menos que pagarnos el recibo de la luz, pandilla de pringaos… (risa contenida)»
La Iglesia también se ha visto beneficiada con la sentencia recocinada del Tribunal Supreme, al solucionar a golpe de martillo puñetero su previsible contencioso con el gobierno de Sánchez con el pago del IBI de sus millones de edificios e inmatriculaciones por parte de la masa informe española. Los ateos, musulmanes, budistas y béticos también. Según parece, nada más enterarse de la sentencia, la Conferencia Episcopal en pleno se ha ido a celebralo a una macroguardería del Opus.
Por otra parte, los equipos de fútbol locales, Betis, Sevilla y Calavera, aplauden la noticia de la financiación por ley de sus balones mikasa, porque como bien indica el simpático capitán verdiblanco, Joaquín «sin balón no hay rockanró. Asín que págamelo.»
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