Jesús Calleja fracasa en su intento de hacerse a pie la calle Torneo

El montañista, aventurero y presentador rubio de televisión, Jesús Calleja, no pudo, desgraciadamente, completar ayer su magnífico currículum, repleto de escaladas a los más altos picos del mundo conocido y de bajadas a lo más oculto del pilón. Cuando abandonó a mitad de camino, a la altura del puente de la Barqueta, todos lo lugareños comprendían lo infructuoso de su empresa, la más arriesgada hasta la fecha: realizar a pie el recorrido completo del dantesco, castigadísimo y abandonado acerado de la calle Torneo de Sevilla.

El famoso aventurero pormenorizó posteriormente en rueda de prensa los detalles de su fallido intento  «Ha sido un duro golpe para mí, tenía muchas esperanzas puestas en esta gesta, pero creo que no venía preparado para un desafío de estas dimensiones. Se han presentado muchas dificultades en el recorrido. Nada más empezar pisé una majada de San Bernardo y luego una grieta que no vi venir, me pegué un bocazo contra un árbol y perdí dos dientes de los buenos. Más adelante, caí en un agujero de tres metros desde el que afortunadamente pude salir agarrándome a la litrona de un gorrilla, que luego encima me cobró un ‘leuro’ .

Después se me cayó una rama encima, me clavé dos latas de croca cola sin gas, pisé una cáscara de banana austro-húngara más grande que Barcelona y una ráfaga de viento me lanzó a la cara una bolsa de plástico que casi me engollipa toda. Eso sin contar la peste de las basuras desparramatis que me hicieron perder el conocimiento durante unos minutos muy largos… Por último, cuando iba a salir un momento a por un vaso de agua con gas, me atropellaron en el carril bici 3 veces consecutivamente. Ahí ya fue cuando se me hincharon los huevos, precisamente porque me habían picado unas abejas  silveters stalonas de un panal que había caído de un sauce llorón… Vamos, una mielda todo…  y claro, mis cuidadores me aconsejaron que abandonara del tirón, porque mi salud física y mental corría grave peligro.»

Muy decaído pero con la energía de siempre el famoso aventurero prometió volver algún día para intentar completar el desafío, «eso sí , siempre y cuando el Ayuntamiento lo arregle una poquita», puntualizó.