El Ayuntamiento congelará el Guadalquivir para que patinen los sevillanos

 «Es hora de volver a pensar a lo grande, de recuperar el verdadero espíritu hispalense. La misma inspiración que nos hizo construir este pedazo de catedral que tenemos, nos permitirá congelar nuestro río hasta la misma Sanlúcar de Barrameda y más allá». Así anunciaba ayer el alcalde, Juan Espadas Láser, en una cata de vinos benéfica en una conocida taberna de la calle Betis, que el Consistorio se disponía a congelar el río en breve.

«Basta con que los sevillanos y sevillanas abran las puertas de sus casas todos y todas a la vez. Con el frío glaciar que acumulan sus pisos de fuchina, podremos contar con un río helado, con una ciudad helada, con una población helada, con un rico helado, con un pobre congelado, como esos países civilizados del norte y del este que tanto admiramos y que tanto nos maltratan. Como dios manda, home ya…» Sostiene Espadas.

Es cierto que la vieja Europa alardea de estampita navideña con río, laguna o arroyuelos congelados, con niños practicando son sus trineos y sus patines sobre hielo embutidos en ropas que nunca conoceremos en el septentrión andalusí. Cualquier lugareño ha podido escuchar 34 millones de veces a lo largo de su vida que «en Sevilla no nieva desde 1954». -Cada vez que una perdona mayor lo menciona, los cubatas adquieren sabor a batata de estraperlo-.

Aquí no hay forma de acudir al castigo sobre hielo porque aquí hace buen tiempo y la ciudadanía prefiere los veladores, el alpiste y la meta poleo con graduación. De todas maneras el Ayuntamiento, que es muy de celebrar la Navidad con lucecitas chinas y millones de euros invertidos en el I+D de los Reyes Magos y de Papá Noel, se preocupa desde hace 2 años por instalar minipistas de hielo, para que los niños descubran el proceso de evaporación del agua, entre trompazo y trompazo.

 

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