El Ayuntamiento abrirá en el río una Matalascañas en miniatura

Con la idea de que todos los sevillanos puedan ir a la playa si gastarse el taco-paco cada fin de semana, de que ciertos frikis dejen de reclamar cosas que no son suyas, y de que el Grupo Joly no se haga de oro con noticias antisevillanas, el consistorio hispalense ha habilitado una Matalascañas en miniatura pero muy bonita en mitad del río Guadalquivir. En breve, una empresa privada procede a la apertura de una playa artificial en el muelle de Las Delicias con su arena, sus poltronas, sus daikiris y sus cosas horteras, pero el ayuntamiento sevillano sabe lo que gusta aquí, que para eso lleva plantado en la plaza de San Francisco toda la vida.

«Hemos de reconocer que la sevillanía es de ideas fijas, más costumbrista que un tazón de manteca colorá, y de una itinerancia cortita con sifón.» Señala Mar del Río, concejala de Aguas Mayores del municipio.

«En otros territorios de España la gente incluso le da la vuelta al mundo y aquí como mucho se la damos a las rotondas de Sevilla Este. Es por ello que hemos decidido traer la montaña a Mahoma, llevar el mundo a Sevilla, empezando por Matalascañas que para eso es nuestra playa oficial sin serlo en este mundo mundial.» Sostiene la concejala.

Para ello, el ayuntamiento ha reproducido en mitad del río un tapón de corcho gigante, que flota agarrado a un ancla, con su puñado de muchachos en la flor de la vida compitiendo por abrirse la cabeza desde lo alto. Pura sevillanía de barrio en remojo.