El alcalde pide «la voluntá» a los sevillanos para acabar el Metro

Juan Espadas Láser, alcalde de Sevilla, se echaba ayer desesperado a la calle a pedirle a los sevillanos una ayudita para hacer frente a la inversión de la siguiente fase del Metro de Sevilla. Después de un rato de negociaciones infructuosas con la Junta y el Gobierno Central, y con un cabreo más que evidente, bajaba corriendo como alma que lleva el diablo hasta la Plaza Nueva, gritando «¡es que si no me pongo yo no lo hace nadie!».

A continuación, Espadas Láser entraba en el Palacio del Fumador de calle Tetuán, agarraba el primer cartón de Drucados con que tropezaba y tras escribir unos emotivos mensajes en él, sacaba la hucha y se ponía a pedir «la voluntá» a los perplejos ciudadanos que transcurrían por la zona  a esa hora de la mañana.

«No pido mucho, si cada sevillano pusiera un eurito…», -imploraba el alcalde- «¿qué es un euro pa tí? ¡que te lo vas a gastar en porquerías y esto es pa tus hijos coño!». «Venga… si me dáis 2 euritos hacemos el metro bajo tierra en vez de por arriba», repetía una y otra vez a los viandantes, que  se zafaban como podían del angustioso marcaje que su alcalde les imponía. Unos hacían como que hablaban por el móvil, otros decían que no llevaban suelto, y los más crueles le confesaban que habían votado al PP, que ya darían el euro cuando volviera Zoido.

Al final de la mañana se supo que el recuento fue de 10 euros, de los cuales se gastó siete en cuatro cervezas y una tapa de adobo en el Blanco Cerrillo. Allí le puso la cabeza como un bombo al camarero con los problemas del ayuntamiento, repitiendo una y otra vez «kiyo esto no está pagao, te lo digo yo… desde fuera tó parece mu bonito, pero luego na de na de na… Ponme otra miarma».

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