Vándalos quitan el Tapón de Matalascañas y vacían el océano
El vandalismo de los veraneantes ha llegado en la sevillana pedanía de Matalascañasa a niveles apocalípticos. Anoche fue destaponado el océano Atlántico con el levantamiento de la semienterrada y famosa Torre de La Higuera, con consecuencias trágicas para la fauna marina y veraneante de la costa sevillaní; El mar ha desaparecido. Ha sido succionado por el desagüe universal que se escondía bajo el conocido Tapón costero.
Si bajamos ahora a la playa de Matalascañas o Sevilla 2, nos encontramos con un inmenso páramo de tierra mojada que se extiende hasta el horizonte. Tan sólo se vislumbraban miles y cienes de chocos, jureles, coquinas, ballenas, hombres rana, sirenas LGTB, pulpos karatekas y yates de españoles de bien exangües sobre la arena, tostándose al sol de este gélido verano.
La policía científica del instituto Quimicefa de Huerva York nos apunta que en la noche de ayer, aprovechando la confusión provocada por la misma oscuridad de la noche en sí, un puñado de fornidos veraneantes -presuntamente de Baracaldo, según testigos presenciales que copulaban por las dunas limítrofes- cogían en peso El Tapón de Matalascañas, que es el mazacote que queda de la que fue unas de las torres vigía musulmanas de la costa choquera. Acto seguido, el Atlántico se ha quedado sequito.
Afortunadamente, las autoridades políticas competentes ya han tomado cartas en el asunto y se han ido volando para las costa onubense a hacerse la foto con el chalequillo de operario del Coronel tapioca. La nueva ministra de Marrones del gobierno entrante superguai que dice que va a cambiar España a base de dictar más leyes babiecas, ha asegurado que esto no va a quedar así y que si pillan a los vándalos, se demostrará por sus santos ovarios que lo que querían eran abusar de las orcas, las sirenas, las almejas y las chocas.
Síguenos en