Intervenidas 807 etiquetas de crema catalana en una imprenta de Sevilla
Esta noche un amplio despliegue de efectivos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entraba con ariete de goma a la imprenta «Jose Juan´s» de la sevillana calle Gerona. La benemérita actuaba de tal forma, haciendo caso a las órdenes llegadas directamente desde el mismo despacho de Juaninnasio Zoido, que señalaban que en este paradero de sospechoso gentilicio existía material impreso relacionado con la independentismo polaco.
Una vez en el almacén de susodicha imprenta, los agentes pudieron comprobar que se trataba de un «viaje de etiquetas de licor de crema catalana de una empresa de Estepa.» Para nada el material incautado estaba de alguna forma relacionado con el secesionismo catalán u otros males de butifarra caducada. Aún así, la UCO procedió a la incautación de las etiquetas, ante la estupefacción de José Juan, que es el dueño de la imprenta.
La explicación de la intervención de tan empalagoso material impreso la daba ayer Juaninnasio Zoido en corro de prensa: «no se vayan a reutilizar en Cataluña como papeletas de Pichardo o para difundir cosas malas que lleven implícita la palabra catalán así por toda la cara… Esto ha sido una incautación preventiva… por si las moscas con barretina…»
Al parecer la información sobre el cremoso hallazgo provino de la misma boca del ministro del Interior Interno, que en una de sus innumerables visitas a Sevilla y concretamente, al Blanco Cerrillo, encontró un par de las etiquetas subversivas tiradas en el suelo junto a la puerta de la citada imprenta. Fue el momento en que Zoido, haciendo gala de españolismo a la piedra, tiró de móvil oficial y llamó a la benemérita. Cuatro días después y tras conseguir las órdenes judiciales pertinentes, la guardia civil se presentaba en los almacenes de la imprenta José Juan con más guasa que una caja de pitos. Según el sindicato independiente de la guardia civil, «la próxima intervención la adivinan en el economato de la esquina para intervenir las pizzas de Casa Tarradellas con su poquita de cava para empujarlas…»
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