Casado y Bonilla advierten que «comer serranitos es de chavistas y un poco de ETA»

«Los verdaderos españoles de bien saben de sobra que comer serranitos es de golpistas, chavistas y un poco de ETA». Ayer, en plena campaña electoral para las próximas elecciones andaluzas, el flamante líder del Partido Popular nacional, Pablo Casado, hacía estas controvertidas declaraciones en uno de los Mcdonald´s que salpican de color el barrio de Los Pajaritos en Sevilla.

El líder ultraconservador hacía esta advertencia a sus acólitos, mientras se hincaba un divertido Happy Meal junto a su rubicunda familia y la de uno del PP andaluz que conoció en el mitin que acababa de dar para arengar a las masas del arrabal.

Al parecer, un sonriente J.M. Bonilla, que así se llamaba su comensal -a la sazón, del PP andaluz secretario general-, le proyectaba eructos a Casado y le lanzaba más de un puntapié por debajo de la mesa. Bonilla pretendía con ello que el joven líder del PP cerrara «su puto pico mesetario, que le iba a arruinar la campaña nada más empezar, por muchos putos másteres que tenga de la Universidad Rey Juan Carlos y de su pu…» Y hasta aquí podemos leer.

Casado, que iba ya por la segunda cerveza king size en vaso de plático chungo, no tardó en llamar a la prensa de nuevo pues decía hallarse inspirado cual Lope de Vega e Hijos: «Hincarse un Happy Meal es decir ‘Viva el rey’, pandilla de moracos. Así que ¿por qué no cambiar el nombre de Happy Meal por el de ‘Viva el Rey’?… Lo mejor del serranito son las papas porque no están congeladas como esta, pero lo demás es una puta mier…» Y fue cuando Bonilla le metió una patatita en la boca al líder nacional popular. «Toma Pablo, miarma, que te enfría…»