Mahou contrata teleoperadores de Jazztel para que los sevillanos dejen la Cruzcampo
Si suena tu teléfono a las 4 de la tarde, justo cuando ya has almorzado, estás en tú cómodo sofá y te encuentras en ese momento dulce en el que te estás abandonando a un corto pero placentero sueño, antes de volver al trabajo, es muy posible que se trate de Mahou. Y es que la compañía nacional cervecera está cansada de comerse una mierda en Sevilla como el sombrero de un picador, y ha puesto toda la carne en el asador para acabar como sea con su competidor, Cruzcampo. Mahou llamará uno a uno a casa de todos los sevillanos para convencerlos de que se cambien YA.
Para garantizar el éxito de la operación, Mahou ha contado con los mejores teleoperadores posibles, los de Jazztel, por ser más pesados que el cuñado de Rocky y por tener en su haber el premio internacional, «Firma o muere», a la captación de clientes por teléfono. Después de un «Buenas tardes, le habla Luis Alfredo, operador de Mahou, ¿bebe usted cerveza?» te contarán durante tres horas que Cruzcampo es aguachirri, que en España no la bebe nadie y te ofrecerá una irresistible oferta de un pack de 6 botellines, una toalla de playa y un imán para la nevera.
Los responsables de Cruzcampo están tranquilos ante esta operación, ya que creen que Mahou infravalora el conservadurismo sevillano. «Si ven el mismo paso todos los años durante 80 años y no se cansan, de nuestra cerveza no lo mueve ni Dios. Nunca mejor dicho», espeta Leocadio Gambrínez, director de ventas adjunto de Heineken Hastalasmanillen Andalucía.
«Siempre nos quedará la Shandy, mamoñas» son las palabras del presidente de la Asociación de Bebedores Menores de Edad dela marca exhipalense, que se enrosca en nuestras vidas cual suegra borracha. La rubia indígena está en el aire.
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